miércoles, 23 de abril de 2014

DEVOLVIENDO LO QUE HE RECIBIDO



Enviado por el P. Santiago Palancas-mercedario

Con 5 años mis padres me matricularon en el Colegio de las Madres Mercedarias de la Caridad de mi pueblo, Herencia; y durante 6 cursos estuve formándome con aquellas buenas religiosas que estaban entregando su vida allá “en un lugar de la Mancha”.

Y con el tiempo uno descubre que lo que ha recibido, de una manera u otra, tiene que irlo devolviendo. Y así me he situado yo en estos Ejercicios Espirituales que desde el Viernes de Dolores hasta la Vigilia Pascual he estado compartiendo con ustedes, mis hermanas las Mercedarias de la Caridad de aquí, de República Dominicana. Cuando me lo pidieron pensé justamente en eso: “tendré que devolver todo lo que ellas me han entregado”.

Desde el primer día les dije que eran unas atrevidas, porque eran los primeros Ejercicios Espirituales que yo dirigía a unas monjas. Además yo no era (ni soy) ningún erudito, buen predicador o experto en “direcciones espirituales”. Pero que si ustedes se querían meter en ese lío, íbamos a ver cómo salíamos de él.

También les avisé que ustedes podían tener algo seguro: “yo les quiero, porque, en parte, mucho de lo que soy, se lo debo a hermanas mercedarias como ustedes”.

Después de haber tenido la experiencia, miro hacia atrás y descubro que ustedes me han enseñado a mí mucho más que yo a ustedes. He descubierto mujeres que aman lo que hacen, que se entregan y se dan por los más pobres; he estado al lado de unas religiosas que tienen vida, y vida en abundancia; he compartido tiempo con religiosas jóvenes que tienen mucha energía y entusiasmo, con religiosas ya experimentadas que siguen con la misma ilusión que el primer día y con una capacidad de entrega admirable, y con unas religiosas mayores que desprenden sabiduría y humor.

Hermanas, gracias, por haberme hecho sentir tan bien entre ustedes. Que Dios las bendiga.

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Madre de Las Mercedes

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Nuestra Señora de las Mercedes es de todos y para todos”. P. Zegrí.