La comunidad vive y celebra la fe en común. Es necesario encontrar momentos en que los miembros de la comunidad compartan en la oración la alabanza, la celebración del perdón, la súplica y la acción de gracias. Por eso, debemos cuidar estos momentos especiales.
La Liturgia de las Horas, laudes y vísperas, que celebramos diariamente, nos acercan a las fuentes de la fe de forma especial y nos vinculan a la oración de la Iglesia universal. (Const. 53)
LOS DÍAS OCHO Y NUEVE FUERON DÍAS DE EXPANSIÓN, CONVIVENCIA FRATERNA Y ORACIÓN EN LA COMUNIDAD DE CHACLACAYO...
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